-¿Qué ha pasado? ¿Dónde demonios estoy?
El hombre intentó incorporarse pero un latigazo de dolor recorrió todo su cuerpo. Eso le hizo apretar los párpados y ser consciente de que tenía los ojos cerrados. Los abrió pero tardó unos segundos en acostumbrarse a la luz del sol que lo iluminaba.
La desolación le rodeaba. Una docena de cuerpos mutilados yacían esparcidos por el suelo. A su lado, los ojos grises de un compañero de armas le miraban fijamente. No parpadeaban. La luz de la vida los había abandonado. Continuar leyendo «Bellum Diabolus (by Hurgrim)»